Volver a la vida

1.- Lectura Bíblica: Juan 11: 25, 26

2.- Versículo para memorizar:

"Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. “ (Juan 11: 25 | RV 60) 

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

La noticia los golpeó con la misma fuerza de un cicló que arrasa todo a su paso. En cuestión de segundos el curso de su historia cambió. La tranquilidad familiar se rompió y las lágrimas surcaron sus rostros, marcados de por sí, por la angustia.

— Alba Stella murió. La cremamos. Fue víctima del virus. Aquí están sus cenizas —, les dijo lacónicamente el oficial de policía al tiempo que les extendía una pequeña caja de madera vasta.

La historia ocurrió en Guayaquil, el puerto ecuatoriano azotado por la pandemia que se extendió como una sombra gigantesca sobre la ciudad.

Pero la historia tuvo un final feliz. Tres meses después y cuando su dolor aún no había pasado, la familia recibió una noticia inesperada: Alba Stela Murari estaba con vida.

Cayó un estado de coma que se prolongó por espacio de tres meses. Ahora estaba de nuevo consciente, quería verlos, abrazarlos, volver a la vida de antes junto con sus seres queridos.

En las Escrituras leemos: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” (Juan 11: 25-26 | RV 60)

Gracias a la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo usted y yo podemos tener la certeza de volver a ver en la eternidad a nuestro padre, madre, hermanos o a los familiares amados que partieron hace un tiempo y dejaron en nuestro ser, una profunda sensación de vacío. Esa, sin duda, es una noticia maravillosa.

Nos asiste en firme convencimiento de que morir es entrar en una nueva vida, es emprender el tránsito a la eternidad.

Si hemos recibido a Cristo en el corazón como nuestro único y suficiente salvador, tenemos la tranquilidad de que estaremos con Él por siempre.

Sin embargo, la Biblia es clara al advertir que quienes rechazan la salvación, irán a condenación eterna.

Dios no nos obliga a tomar la decisión. Es un paso que da cada quien. Hoy es el día oportuno para abrirle las puertas del corazón a Jesucristo, y emprender de Su mano, el maravilloso viaje hacia el crecimiento personal y espiritual.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿A dónde cree usted que iremos tras el tránsito de la muerte?

b.- ¿Cree usted en la resurección?

c.- ¿Qué le asegura la resurección?