Vivir por encima de las circunstancias

1.- Base Bíblica: Juan 10:10; Romanos 12: 21.

2.- Versículo para memorizar:

“… yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10: 10 | RV 60)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

“Allí donde se puede vivir, también es posible vivir bien”. Esta frase que se le atribuye al emperador romano, Marco Antonio, cobra particular vigencia en nuestro tiempo. En otras palabras, nuestra capacidad de ser felices no depende ni debe depender ni de las personas ni de las circunstancias que nos rodean.

El especialista en psicología y salud mental de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Urra, recomienda desarrollar varios principios en medio de las crisis o circunstancias adversas por las que estemos atravesando:

• Cultivar el optimismo y el entusiasmo, que resultan contagiosos.
• Alimentar el buen humor. Reír y sonreír, resulta gratificante y edifica a otras personas.
• No perder la fe, aquello en lo que creemos, ni la esperanza.
• Disponer nuestro corazón para amar y ser amados.

En criterio de este especialista español, las personas que cultivan altos niveles de esperanza, se conectan más fácilmente y mejor con quienes están cerca, creen que la vida tiene un propósito y aprenden a experimentar realización, aun con las cosas más insignificantes. Eso no significa que se conformen con poco, sino que valoran las cosas pequeñas.

Recordemos que el psicólogo, William James, solía repetir que nuestra vida cambia en la medida en que cambien nuestras actitudes.

Por su parte el experto en desarrollo humano, Arnau Vendrell, recomienda hacer un alto en el camino, auto examinarnos y aplicar cuatro principios que sintetizamos así:

• Auto evaluarnos y aprender a conseguir la calma.
• Elegir cómo vivir cada situación de nuestra cotidianidad.
• No etiquetar las situaciones como “algo bueno o malo”. Las situaciones ocurren, muchas veces sin que nadie sea culpable.
• Como surfistas, aprender a aprovechar las mejores olas, por muy altas que parezcan. Sacarle provecho a cada circunstancia.

La vida es para vivirla y vivirla lo mejor posible con ayuda de Dios.

El Señor Jesucristo enseñó: “… yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” (Juan 10: 10 | RV 60)

Por su parte, el apóstol Pablo, escribió:

“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.” (Romanos 12: 21| RV 60)

Nuestras vidas pueden tomar un rumbo distinto cuando sometemos todas las circunstancias en manos de Dios (Salmos 37:5) La decisión es nuestra. Prendidos de la mano del Señor, podemos vencer. No olvidemos que Él tiene el control de nuestros tiempos.

Si aún no ha recibido a Jesucristo como su único y suficiente Salvador, hoy es el día para que le abra las puertas de su corazón. Emprenderá el maravilloso viaje hacia el cambio y crecimiento personal, espiritual y familiar que tanto necesita.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Permito que las circunstancias adversas me roben la paz?

b.- ¿He aprendido a vivir por encima de las circunstancias?

c.-  ¿Qué me impide vivir plenamente, por encima de las circunstancias?

En adelante y con la ayuda de Dios, me fijo la meta de vivir por encima de las circunstancias.