Tome decisiones apropiadas con ayuda de Dios

1.- Lectura Bíblica: Salmos 37:5; 1 Corintios 10:12

2.- Versículo para Memorizar:

“Por tanto, el que piense que está firme, tenga cuidado de no caer.” (1 Corintios 10:12, Nueva Biblia al Día)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

No cesaba de dar vueltas en la oficina. “¿Por qué agredí así a mi hijo, si es tan pequeño y no razona igual que yo?” Julio no salía de su asombro por el error cometido en la mañana. Se dejó arrastrar por la rabia y golpeó al pequeño de manera inmisericorde. Ahora estaba en una encrucijada sin salida.

Maritza estaba incrédula, mirando el diagnóstico médico. La prueba corroboraba que estaba en embarazo. “¿En qué momento me dejé convencer por Alberto? ¿Ahora qué voy a hacer?”. Sus días, otrora llenos de alegría, se habían empañado ante un horizonte desesperanzador.

En otro lugar a Julián le llegaron las facturas por compras realizadas el mes anterior. La cifra es exorbitante. Se rasca la cabeza con preocupación. Aquellos zapatos de “promoción” no los usa. Están bajo la cama. Y a Raquel, su esposa, no le gustó el vestido. Comprobó que no era su color preferido, cuando lo hubieron pagado. Ahora el pobre hombre no sabe cómo pagar las cuentas.

Decisiones. Una sola palabra con un alcance muy grande.  Si decidimos apropiadamente, tendremos éxito en el presente y en el futuro, pero si obramos locamente, vendrán momentos de angustia. ¿La razón? No dejamos que Dios guiara nuestro andar, como recomienda el salmista (Cf. Salmos 37:5)

Pero este interesante tema debemos abordarlo con una segunda perspectiva: los héroes que toman decisiones acertadas.

La autosuficiencia –como lo advirtió el apóstol Pablo— no es buena consejera en la vida de un creyente, y menos para tomar decisiones porque corremos el peligro de fallar: “Por tanto, el que piense que está firme, tenga cuidado de no caer.” (1 Corintios 10:12, Nueva Biblia al Día)

Todos tomamos decisiones, los especialistas dicen que muchas diariamente. Algunos estiman que oscilan entre 1.200 y 1.500, partiendo desde el momento en que usted decide a qué hora bañarse, si se hecha o no shampoo y cuántas galletas toma al desayuno, para poner unos ejemplos mínimos. Ahora, lo interesante es que cada decisión es trascendental y determina nuestro presente y futuro.

Quien nos ayuda a tomar decisiones apropiadas es Dios mismo, nuestro Padre. Es necesario acudir a Él cuando no sabemos qué camino tomar. Y tener claro, que si deseamos el éxito, Él debe morar en nuestra existencia.

El primer paso, si desea avanzar en esa ruta, es recibir a Jesús como Señor y Salvador. Puedo asegurarle que no se arrepentirá. Hoy es el día para hacerlo. Si Jesús gobierna su existencia y a su familia, traerá cambios que mejorarán la calidad de vida de todos. Decídase hoy por Jesucristo.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Ha cometido errores al tomar decisiones?

b.- Al tomar una decisión equivocada, ¿lo motivó la sensatez o se dejó arrastrar por la emoción?

c.- ¿Qué aprendió de los errores del ayer?

d.- ¿Qué aplicaría para su vida de lo que enseña Salmos 37:5?

e.- ¿Por qué nos advierte el apóstol Pablo de que cuidemos nuestro caminar (1 Corintios 10:12)?