Si creemos, los milagros ocurrirán

1.- Lectura Bíblica: Mateo 9: 27-31.

2.- Versículo para memorizar:

“He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír.” (Isaías 59: | RV 60)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

El médico revisó cuidadosamente los exámenes de laboratorio. Luego miró a Joyce Harrington, antes de dar un diagnóstico. “Esto es más grave de lo que imaginé— le dijo —. Usted se contagió del virus.”

Un silencio profundo embargó aquellos breves instantes que parecieron convertirse en una eternidad.

La mujer de 93 años no podía dar crédito a las palabras del facultativo.

“Sus condiciones, Joyce, no son las mejores. A su edad, una enfermedad así, resulta catastrófica.”, le advirtió mientras escribía la orden de hospitalización.

Joyce Harrington fue ingresada al Hospital de Nueva Orleans, Estados Unidos, con mínimas posibilidades de vida. Todo estaba en su contra. Las circunstancias apuntaban a que la muerte sería cuestión de horas.

Pero lo que podría considerarse el anticipo de una tragedia, se convirtió en el catalizador de un milagro.

“Señor, si está en tu voluntad que muera, estoy dispuesta a partir.”, murmuró Joyce, fiel asistente a la Primera Iglesia Bautista de su ciudad.

Esas pocas palabras fueron el comienzo de oraciones todo el tiempo, incluso los 7 días que permaneció con oxígeno.

En el clamor le acompañaba su hija quien reside en otro Estado, pero cada noche la seguía a través del teléfono celular.

El milagro ocurrió. Contra todo pronóstico, Joyce Harrington sobrevivió.

Ella creyó lo que dicen las Escrituras: “… porque no hay nada imposible para Dios.” (Lucas 1: 37 | RV 60)

Jamás olvide que nuestro amado Padre celestial es el único que puede cambiar las circunstancias.

Probablemente considera que la situación que está enfrentando hoy no tiene solución. Se equivoca. Tremendo error. El Señor puede tornar posible lo que la ciencia o la lógica humana consideran imposible.

El evangelio registra un apasionante y sorprendente relato que comparto con usted:

“Pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: !!Ten misericordia de nosotros, ¡Hijo de David!  Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.  Y los ojos de ellos fueron abiertos. Y Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa. Pero salidos ellos, divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.” (Mateo 9: 27-31 | RV 60)

Los milagros tienen dos ejes dinamizadores:

• Creer
• Perseverar

Como hijos de Dios ustedes y yo no nos movemos a partir de la lógica humana o de los diagnósticos de la medicina. Por supuesto, respetamos la ciencia, pero nuestra fe está afincada en Dios, el Dios de poder para quien no hay nada imposible.

Joyce Harrington pudo comprobar que el tiempo de los milagros no ha terminado.

Es hora de que usted también lo crea. El Señor Jesucristo le tiene reservado un milagro. Si tan solo se atreve a creer. ¡Hoy es el día para ese milagro!

Si aún no ha recibido a Jesucristo, hoy es el día para que lo haga. Emprenda de Su mano poderosa ese maravilloso viaje hacia el cambio y crecimiento en todas las áreas de su existencia.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Cuál es su concepción alrededor de los milagros?

b.- ¿Recuerda algún milagro de Dios en su vida o la de un ser querido?

c.- ¿Está clamando a Dios por el milagro que necesita hoy?

En adelante me fijaré la meta de creer en algo real y que avalan las Escrituras: el tiempo de los milagros de Dios no ha concluido (Cf. Isaías 59: 1)