Que la falta de perdón no le impida su relación con Dios
1.- Lectura Bíblica: Marcos 11:25; Mateo 18:35; Salo 130:4
2.- Versículo para memorizar:
“Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” (Marcos 11:25).
3.- Reflexión en la Palabra de Dios:
“¿Por qué nuestras oraciones no reciben respuesta divina?”, se preguntan las personas con frecuencia. Puedo asegurarle que son infinidad de personas en todo el mundo quienes andan dando vueltas en un laberinto de amargura, tristeza, desolación simplemente porque aún anidan rencor. Lo más lamentable es que muchas personas mantienen resentimiento con su cónyuge como con sus hijos.
Quienes piensan así desconocen un principio que trazó el Señor Jesús para los creyentes: “Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados.” (Marcos 11:25).
Si nos atenemos a esta pauta, es necesario que nos pongamos a cuenta con las personas que nos rodean: padres, hermanos, cónyuge, amigos, con absolutamente todos.
En el evangelio leemos un principio que no podemos desconocer: "Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano.” (Mateo 18:35).
Si aspiramos el perdón divino — ¡y bastante que lo pedimos cuando reincidimos en tantos errores que prometimos no cometer de nuevo! — es necesario que primero, perdonemos. No olvide que el perdón forma parte de la naturaleza divina: “Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.” (Salmos 130:4).
Es probable que, al hacer un examen cuidadoso de su existencia, descubra que su mayor tropiezo es la falta de perdón. Reconoce que le ha traído problemas y en ocasiones, ha robado su tranquilidad. Una pregunta que cabe aquí: ¿Piensa seguir experimentando esa situación o ya se decidió por el perdón como fuerza liberadora para su vida?
Ahora, es probable que diga: “No puedo perdonar. Apenas lo intento, vienen a mi mente los múltiples males que me ha provocado aquella persona por quien siento rencor”. Si es así, vuelva su mirada al Señor Jesucristo. Con su divina ayuda es posible perdonar...
Tengo una pregunta final: ¿Ya aceptó a Jesucristo como su único y suficiente Salvador? Es muy fácil. Basta que le repita esta sencilla oración pero en sus propias palabras: “Señor Jesucristo, reconozco que mi vida de pecado me ha mantenido distanciado de ti. Admito que no está bien y que he experimentado las consecuencias. Yo te recibo en mi corazón como mi único y suficiente Salvador. Te agradezco que hayas perdonado mis pecados en la cruz y por tu sacrificio redentor me hayas abierto las puertas a una nueva vida. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Amén”
Si hizo esta sencilla oración, lo felicito. Ahora su vida será diferente. Resta que le haga tres sugerencias. La primera que haga de la oración un principio de vida. Orar es hablar con nuestro amado Dios. La segunda, que inicie la lectura de porciones de las Escrituras. En ellas aprenderá principios sencillos de vida cristiana práctica. La tercera, comience a congregarse en una iglesia cristiana. ¡Animo! Su vida desde hoy será diferente...
4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a.- ¿Qué enseñan a mi vida los pasajes Escriturales de Marcos 11:25; Mateo 18:35; Salo 130:4?
b.- ¿Ha reconocido en su vida las enormes dificultades que encierra la falta de perdón?
c.- ¿Qué consecuencias podría citar si no ha perdonado a alguien cercano a usted?
d.- ¿Qué le impide perdonar?
Una meta que defino en mi vida a partir de hoy es pedirle a Dios que me ayude a perdonar
Publicado en: Devocionales Diarios
Copia el siguente texto a tu muro de Facebook:
https://www.devocionales.com/site/index.php/que-la-falta-de-perdon-no-le-impida-su-relacion-con-dios/
Temas Relacionados:
Un consejo oportuno con fundamento en la Biblia.