No se deje derrotar por la tristeza
1. Lectura Bíblica: 1 Tesalonicenses 5:16; Filipenses 4:4
2. Versículo para memorizar:
“Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! (Filipenses 4:4. Cf. Romanos 12:11, 12; Filipenses 3:1. NTV)
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
María no se podía explicar por qué razón ver llover sobre Santiago de Cali le producía tanta tristeza. Amaba los días soleados, alegres, aquellos que llaman a salir a las calles, recorrer las avenidas, sonreír con un saludo o, simplemente, tomar un helado en un lugar cualquiera al caer la tarde.
Pero ese día en particular amaneció nublado, al mediodía comenzó a tronar y hacia las tres de la tarde inició una lluvia que se convirtió en torrencial aguacero. Las calles lucían vacías, sin gente. Solo uno que otro auto se desplazaba por la calle.
Tal vez este día es para usted, como un atardecer lluvioso cuando el sol se esconde tras las nubes. Triste. Desconozco por qué está atravesando por esa situación. Tal vez una discusión en casa, la preocupación por un hijo, la falta de empleo, siente que el dinero no alcanza o porque sus sueños se han ido diluyendo en el tiempo y experimenta la sensación de fracaso porque nada parece salir bien.
La tristeza es un sentimiento que todos vivimos. Unos por una razón y otros por otra. No conozco la primera persona que no haya estado triste en algún momento.
“Todos los días deberían ser felices”, me escribió un joven universitario desde Oklahoma. Horas antes había terminado tres años y dos meses de noviazgo con una chica del mismo campus. Me identifiqué con él: Todos los días deberían ser felices, pero no podemos evitar que a veces ocurran hechos inesperados.
Uno de los mayores ejemplos de superación de nuestro tiempo, el autor y conferencista, Nick Vujucic, escribe:“Recuerde que la tristeza tiene un propósito. Es totalmente natural experimentar tristeza, sin embargo, usted no debe permitir que le domine y gobierne sus sentimientos día y noche. Usted puede controlar su respuesta ante la tristeza; sólo debe enfocarse en los pensamientos de fe, positivos y en las acciones que elevan su ánimo. “ (Nick Vujucic. “Una vida sin límites”. Editorial CEBGE. Colombia. 2013. Pg. 55)Momentos difíciles tenemos todos. Nadie está exento. Es algo propio de la dinámica del ser humano y del interactuar con circunstancias sobre las que no puede tener dominio pleno, como por ejemplo la partida de un ser querido.
Los cristianos estamos llamados a descansar en Dios cuando nos asalten momentos de dolor y tristeza. La felicidad fue el propósito original del Señor para nosotros, y lo sigue siendo; esa es la razón por la que el apóstol Pablo escribe: “Estén siempre alegres. (1 Tesalonicenses 5:16 NTV) , e insiste: “Estén siempre llenos de alegría en el Señor. Lo repito, ¡alégrense! (Filipenses 4:4. Cf. Romanos 12:11, 12; Filipenses 3:1. NTV)
Superar la tristeza parte de una actitud; sí, de una actitud de fe. Saber que el Dios en el que hemos creído es más grande que todos los problemas juntos. Si usted los sumara— absolutamente todos en un listado sencillo— se daría cuenta que el Dios en el que creemos, nos ama y nos ayuda a superar todos los obstáculos.
Vamos, sonría. No hay problema que sea para siempre, y además, el Padre celestial está dispuesto a venir en su ayuda para ayudarle a superar la tristeza. ¡Hoy es el día para empezar una nueva vida!
El proceso inicia cuando le abrimos las puertas de nuestro corazón al Señor Jesús como Señor y Salvador. Puedo asegurarle que es el comienzo de una nueva vida, y que experimentará crecimiento personal y espiritual.
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Qué es para usted la tristeza? ¿Qué le produce tristeza?
b. ¿Cómo maneja usted la tristeza?
c. ¿Se deja arrastrar por la tristeza?
d. ¿Busca a Dios cuando se encuentra triste?
Hoy es el día para someter mi tristeza en manos de Dios
Publicado en: Devocionales Diarios
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