No le robe la gloria a Dios
1. Lectura Bíblica: Lucas 1:29-31
2. Versículo para memorizar:
“...Juan vio que Jesús estaba acercándose a él y dijo:” Miren, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. A él me refería cuando dijo: “Hay un hombre que viene después de mi que es más importante que yo porte existía antes que yo.
3. Reflexión en la Palabra de Dios:
¿Ha escuchado hablar de Juan el bautista? Lo más probable es que sí. Ahora, ¿qué pensaría si le digo que es un ejemplo para el liderazgo secular y cristiano hoy? Tal vez el asunto le suene un poco diferente. ¿Por qué razón? Porque asociamos a este impactante líder sólo con el ámbito religioso y olvidamos que él, en su momento, impactó el entorno.
Juan el bautista entendió que las multitudes no le pertenecían. Le pertenecían a Dios. Estaba dispuesto a renunciar al reconocimiento con el propósito de que se cumpliera el propósito divino. ¡Qué diferente de pastores y líderes que se creen dueños de la congregación y no trabajan para extender el reino de Dios sino para construir su propio reino!
Es probable que Juan se haya visto tentado por la fama. Es natural. Sin embargo no sucumbió. Fue fiel a Dios y a la causa. Llegado el momento “...Juan vio que Jesús estaba acercándose a él y dijo:” Miren, él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. A él me refería cuando dijo: “Hay un hombre que viene después de mi que es más importante que yo porte existía antes que yo. Yo mismo no lo conocía, pero vine a bautizar con agua para que así Israel pudiera darse cuenta de quién es él” (Lucas 1:29-31. Nuevo Testamento la Palabra de Dios para todos).
Cumplió su misión. Terminó sus días en la cárcel, condenado a muerte. Sin embargo, cuando iba camino del lugar en el que sería sacrificado, Juan tenía la conciencia tranquila y le embargaba la satisfacción del deber cumplido. Tenía claro que había hecho lo que le correspondía, en su propia existencia y como siervo de Dios.
¿Qué podríamos decir de su vida? ¿Tiene acaso un propósito? ¿Está luchando por algo que motiva cada instante de su vida? Es hora de que examine su existencia. Sea honesto consigo mismo. ¿Ha luchado por sus sueños? ¿Ha renunciado a ellos? ¿Es fiel a Dios y a la causa del reino? ¿Está construyendo el reino de Dios o su propio reino? ¿Está seguro de haber cumplido su misión?
Aquí cabe citar al autor y conferencista internacional, Lucas Leys:
“Hay un propósito para tu existencia y Dios te dio la vida para que cumplas con esa misión. Nadie más puede hacerlo, ni siquiera la copia más perfecta tuya podría hacer todo lo que tú puedes hacer porque Dios te hizo único y preciso para hacer tu aporte. ¿Te comienzas a sentir especial? ¡Muy bien! “eres especial”. Es hora de que te lances a la preciosa aventura de llegar a ser todo lo que Dios quiere que seas y hagas en este mundo.” (Lucas Leys. “151 encuentros con el Rey”. Editorial Vida. EE.UU. 2002. Pg. 7)
¿Está decidido a que su vida pase sin pena ni gloria? ¿Cumplirá la misión para la que Dios le llamó? Las respuestas las tiene usted. Están en sus manos. Pero no dudo que una reflexión detenida estos interrogantes, le permitirán reorientar su vida y ministerio.
No podría despedirme sin antes invitarle para que reciba a Jesucristo en su corazón como único y suficiente Salvador. Es la mejor decisión que jamás pueda hacer.
4. Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:
a. ¿Está sirviendo a Dios en su familia y en la sociedad con verdadero compromiso?
b. Si piensa que es así, ¿qué significa para usted el compromiso?
c. Qué ocurre si parte hoy a la eternidad, ¿siente que cumplió la misión que Dios le encomendó a nivel ministerial y familiar?
d. Hablando de compromiso con Dios, ¿cree oportuno aplicar algunos cambios a su desenvolvimiento?
Desde hoy asumiré un compromiso auténtico con Dios.
Publicado en: Devocionales Diarios
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