Muévase en la dimensión sobrenatural de Dios

1.- Lectura Bíblica:  Salmos 84:5-7

2.- Versículo para memorizar:

"He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír.” (Isaías 59: 1 | RV 60)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

Cuando el médico le notificó que tenía cáncer, Ramiro sintió que el mundo se hundía bajo sus pies.

Pensó en Lucía, su esposa, y en su hijita de dos años. Si el moría, quedarían desprotegidas.

Todo alrededor daba vueltas. Y aun cuando el facultativo le estaba explicando qué podría hacer en su caso específico, no lo escuchaba.

Sus pensamientos estaban enfocados en que quizá le quedaban pocos meses, semanas o días.

Cada vez que tenía que asistir al tratamiento, razonaba si no sería el último.

Su agonía emocional se hacía interminable hasta que decidió depositar toda su confianza en el Señor. Esa decisión fue la que marcó la diferencia en su existencia y en la de su familia. Aprendió a descansar en el poder sobrenatural del Padre celestial.

Si le inquieta saber qué pasó con Ramiro, le diré que reside en Bogotá, junto a su esposa e hija y, una buena noticia, viene otro bebé en camino.

Este profesor de ciencias sociales compartió su testimonio en un programa de televisión cristiana. Dijo a todos que, en el momento más crítico, comprobó que, tal como dice la Biblia, la mano de Jehová no se ha acortado — Isaías 59:1.

Las escrituras nos hablan de un Dios de poder que atiende nuestro clamor y responde de forma sobrenatural.

Le invito a leer el pasaje que se encuentra en el Salmos 84, versos del 5 al 7:
“Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Irán de poder en poder; verán a Dios en Sion.”
Si en nuestra vida y en la de los seres que amamos no hemos visto mayores milagros, es porque no confiamos plenamente en Él y en Su poder.

Desafortunadamente le damos cabida a la duda y al temor que levantan enormes barreras a las bendiciones del Señor.

Hoy es el día para emprender un cambio de vida personal, espiritual y familiar, tomados de la mano del Señor Jesucristo. Lo necesitan usted y su familia.

Si no ha recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, hoy es el día para que lo haga.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Qué hace cuando los hechos angustiosos tocan a su vida?

d.- ¿En dónde encuentra fortaleza para seguir adelante?

c.- ¿Deposita su confianza en Dios?

d.- ¿Hay algún milagro del que pueda testimoniar?