Dios lo llama a cumplir grandes propósitos  

1.- Base Bíblica: Isaías 46:9-11; Marcos 1:16-20.

2.- Versículo para memorizar:

”...que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero..." (Isaías 46:10| RV 60)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

Hay quienes piensan que Jesús escogió a un puñado de perdedores para convertirlos en triunfadores. Por supuesto, muchos discuten esta apreciación. Sin embargo, si usted hace un cuidadoso análisis de los discípulos, encontrará que en su conjunto no eran propiamente un dechado de virtudes y, probablemente, no habrían calificado en ninguna iglesia de nuestro tiempo para ser predicadores del evangelio. Eran rústicos, impulsivos, sin mayor capacitación teológica— y además —, conflictivos, llenos de dudas y temores. El mejor anticipo para un fracaso ministerial  rotundo.

La escena misma del llamamiento nos muestra de quiénes se trataban:

“Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron. Pasando de allí un poco más adelante, vio a Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan su hermano, también ellos en la barca, que remendaban las redes. Y luego los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, le siguieron.” (Marcos 1:16-20| RV 60)

Aquí es necesario tener en cuenta dos elementos: Jesús no tuvo en cuenta lo que eran sino lo que llegarían a ser.

La Biblia lo deja claro cuando leemos al profeta Isaías hablando en nombre del Señor:

"Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no hay ninguno como yo, que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Yo digo: ``Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré. Yo llamo del oriente un ave de rapiña, y de tierra lejana al hombre de mi propósito. En verdad he hablado, ciertamente haré que suceda; lo he planeado, así lo haré.” (Isaías 46: 9-11| La Biblia de Las Américas)

Igual ocurre con usted y conmigo. Él nos llama a servirle por gracia, no por méritos. No poseemos, en la mayoría de los casos, las condiciones para ser instrumentos útiles en sus manos. No obstante, nos convoca por gracia. Eso es lo maravilloso de este proceso.

La gracia no se pide, se recibe. Es una decisión que nace en el corazón de nuestro amado Padre. Es un regalo inmerecido que nuestra mente finita no alcanza a comprender, de ahí que resulte difícil entender lo que ocurre con nuestras vidas, y recibirla. Gracia es la expresión del amor de Dios.

Usted fue llamado por Dios para cumplir grandes propósitos. Haga un alto en el camino. Reflexione sobre el asunto. Dispóngase. El Señor tiene un propósito. Él desea ayudarle en cada nuevo paso. Podrá lograrlo, ser instrumento útil para Su Reino. No es en sus fuerzas sino en las de Él.

No podría concluir sin antes invitarle para que le abra las puertas de su corazón a Jesucristo. Él desea imprimir cambios en su vida personal, espiritual y familiar. Permitirle a Jesús que more en nuestra existencia, es la mejor decisión que podemos tomar.

• ¿Soy consciente del llamamiento que me hizo Dios para cumplir grandes propósitos?
• ¿He buscado a Dios en procura de que me muestre la misión que Él dispuso para mi vida desde antes de la fundación del mundo?
• ¿Qué impide que Dios cumpla su propósito en mí?
• ¿Qué cambios necesita mi vida para ser útil en Sus manos y en el Reino?