¿Cómo experimentar una vida plena y duradera?

1.- Lecturas Bíblicas: Proverbios 21:21; 22:4

2.- Versículo para memorizar:

“El que sigue la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor.” (Proverbios 21:21)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios:

Margaret Fitzgerald, una de las 15 personas más longevas del mundo según el Libro Guinness Records, falleció en la ciudad de Moncton, Canadá. Pasó a la historia. Tenía 113 años. Ocurrió pocos días después de su cumpleaños.

Una fecha inolvidable para ella, que celebraba la ocasión con torta, bombas de colores, serpentina, y rodeada de sus nietos. El 16 de septiembre de cada año.

Cuando Fitzgerald nació en 1896. Para esa época, la reina Victoria de Inglaterra seguía siendo la monarca del Imperio británico. Y cuando cumplió siete años de edad, los hermanos Wright realizaron el primer vuelo con un aeroplano impulsado por motor.

Según el periódico Times and Transcript de Moncton, la familia de Margaret Fitzgerald está acostumbrada a la longevidad. Los padres de Margaret vivieron alrededor de 90 años cada uno y uno de los sobrinos de Fitzgerald acaba de cumplir 90 años de edad. A pesar de ello, el único hijo de Margaret, Reginald, murió antes que su madre.

¿Desearía usted vivir tanto tiempo? Quizá si, quizá no. Todo depende de la forma como hayan transcurrido sus días. Si hasta el momento ha vivido sometido al negativismo, lo más probable es que no quiera vivir muchos años más; si, por el contrario, le ha encontrado sentido a cada día y anhela sacarle lo mejor a cada instante, querrá vivir más.

La Biblia registra algunas características de quienes desean experimentar una vida plena y duradera. Dos de ellas son la humildad y la fidelidad a Dios, como escribió el rey Salomón: "La recompensa de la humildad y el temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida.” (Proverbios 22: 4)

Otros principios de vida son ser justos, como indica la Palabra: “El que sigue la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor.” (Proverbios 21:21)

Reorientar nuestra vida contribuye a dos elementos fundamentales: encontrar paz interior con ayuda de Dios, y vivir en armonía con los demás, aplicando el principio de amar al prójimo como a nosotros mismos (Cf. Mateo 22:39)

Por supuesto, es un proceso de transformación que inicia con rendirle nuestro corazón al Señor Jesús. El hijo de Dios imprime transformación en nuestro ser, y nos lleva a pensar y actuar de manera distinta. Es el camino hacia el crecimiento personal, espiritual y familiar permanentes.

Decídase por una vida plena, ábrale el corazón a Jesucristo.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Desea usted experimentar una vida prolongada?

b.- ¿Qué le ha impedido experimentar esa vida plena que anhela?

c.- ¿Aplica en su vida los principio Escriturales contenidos en Proverbios 21:21; 22:4?

d.- ¿Qué cambios considera oportunos y necesarios en su existencia?

e.- ¿Desea permitir que Dios tome el control de sus pensamientos y acciones?