Aplique fundamentos prácticos para recobrar el liderazgo

1.- Lectura Bíblica : 1 Timoteo 3:1-7

2.- Versículo para memorizar :

"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5)

3.- Reflexión en la Palabra de Dios :

Aun cuando nos parezca difícil de creer, infinidad de esposos han perdido el liderazgo en su familia. Esa misma situación se refleja en los lugares donde se desenvuelve: en iglesia y a nivel secular.

“Mi esposa ya ni siquiera respeta mis apreciaciones, y mis hijos restan importancia a las reconvenciones que les hago para que se comporten bien”, me dijo un apesadumbrado padre de familia.

Tras un breve diálogo, reconoció que uno de sus errores era que no acompasaba lo que decía con lo que hacía. Ese comportamiento fue asumido por su familia. Sencillamente no creían en él como líder.

Un auténtico líder fundamental su autoridad en Dios. Depende de Él, se deja orientar por el Señor y, con fundamento en ese direccionamiento, imparte instrucciones a su familia y sobre aquellos entre quienes tiene influencia.

Lograrlo es fácil si desarrollamos intimidad con Dios en oración. El aspecto fue abordado por el apóstol Santiago quien escribió: "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. (Santiago 1:5)

La Biblia abunda sobre pasajes relacionados con el liderazgo. Aplican a nuestra vida personal y familiar. Cuando los leemos, meditamos e interiorizamos esos versículos, descubrimos fundamentos para que guiar nuestra existencia y la de otras personas resulte enriquecedora y dinámica.

El asunto cobra particular importancia en una sociedad en la que hombres y mujeres se dejan arrastrar por lo que dicen y hacen otras personas. Se convierten en marionetas de líderes sin principios ni valores, que no se edifican ellos ni tampoco contribuyen a la edificación de quienes les rodean.

Le invito a considerar 7 formas prácticas de recobrar su liderazgo personal y familiar.

1.- Cuando delegamos tareas y acompañamos a quienes tienen a cargo esas actividades, logramos un mayor alcance en nuestras ejecutorias (Éxodo 39:43)

2.- Un verdadero líder reconoce sus limitaciones y reconoce las capacidades de quienes le rodean, tal como lo hizo Moisés con Israel (Deuteronomio 1:9)

3.- Un líder conforme a la voluntad de Dios, no impone su autoridad ni ejerce funciones dictatoriales, sino que asume el papel de orientador y facilitador (Lucas 22:25-26)

4.- Un líder que ejerce influencia se esfuerza hasta donde le alcanzan sus posibilidades, sin rehuir sus responsabilidades ni decir— frente a los grandes retos — “Eso es imposible para mí” ( Eclesiastés 9:10)

5.- Un líder transformador trata a otras personas como quisiera ser tratado (Lucas 6:31)

6.- Si un líder quiere ser ejemplo, se esforzará por conseguir sus metas y perseverará en esa dirección (2 Crónicas 15:7)

7.- Un líder que trae cambios permanentes, se deja guiar por Dios e imparte instrucciones conforme a la voluntad del Señor (Isaías 30:21)

Estamos llamados a recobrar nuestro liderazgo. Y lo hacemos cuando reorientamos nuestra vida y nos movemos alrededor de principios y valores enseñados por Dios a través de su Palabra.

Nunca es tarde para comenzar. Hoy puede ser la oportunidad para retomar el control del liderazgo. No es en sus fuerzas sino en el poder de Dios.

Si aún no ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, es el momento oportuno de hacerlo. Recíbalo en su corazón. No dilate la decisión.

4.- Preguntas para el crecimiento personal y espiritual:

a.- ¿Considera que ha perdido el liderazgo?

b.- ¿Por qué razones cree que su liderazgo no estaría ejerciendo influencia en otras personas?

c.- ¿Qué cambios cree que debería imprimirle a su forma de liderar?

d.- ¿Ha pedido ayuda a Dios para ejercer un buen liderazgo?

e.- ¿Cómo aplica a su vida el pasaje bíblico de Santiago 1:5?